4/9/08

Pobre el que no amó. Maldecido el que amó. (poema)

La lámina delgada de emociones
que me componen
la ignoro constantemente
con el ruido de los pensamientos críticos
que me acosan con prisa y sin pausa.

La herida no sanó,
pero el dolor es lo que molesta.
La espada del recuerdo
gira paulatinamente en lapsos
de meses, años, segundos.
Soy el resultado del amor
y la víctima del mismo.

La conciencia de mi locura
es la única amiga que tengo
en la agobiante aceptación
de la muerte de mis ilusiones.

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