4/9/08

Fetiches (poema)

No me fijo en la edad.
Personalmente no me molesto.
Me han sorprendido jóvenes y viejas por igual.
Pero parece que tengo
una apreciación por lo que el tiempo a cambiado.

Comprendo y aprecio
los concejos y crítica de todo el mundo,
pero me veo atraído a las palabras
de los que han conocido el desgasto
del Dios Chronos.

Tres, seis, diez, quince, veinte
años más me vuelven loco.

La química instantánea
que siento al hablar de casi cualquier tema
con una mujer mayor es sorprendente
a un nivel incomprensible.

Me enamoro de la edad.
Me apasiona la idea del cuerpo experimentado.
Los labios entrenados.
La armonía del cuerpo practicada.
La idea del erotismo ensayado.
El preámbulo que simula una falta de interés,
como si lo probaran a uno constantemente.
El sonido de su voz usada y casi programada.
El delicado olor a mujer.
La honestidad indiscutible y sublime.
La fantasía abierta y espontánea.

Me encantan las mujeres mayores.
Me encantan.
Honestamente puedo decir
que deseo crecer a viejo
con alguien a mi lado.

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