2/9/08

Mi religión

"La religión tiene la mejor historia jamás contada. La religión de hecho a convencido a la gente de que hay un hombre invisible, viviendo en los cielos, que mira todo lo que haces, cada minuto de cada día y el hombre invisible tiene una lista especial, con diez cosas que no se supone que hagas y si haces cualquiera de estas, tiene un lugar especial, lleno de fuego y ardor y tortura y dolor donde te quedarás a sufrir, llorar y rogar por siempre y siempre hasta el fin de los tiempos...

...,pero te ama".

George Carlin
Como no debe ser de sorprender, la gente el día de hoy tiende a preguntarme porqué soy ateo. En un mundo donde lo más importante es la casa, el auto, la camisa, la billetera, el reloj, el vibrador, las tetas, etc, me causa gracia pensar que alguien no comprenda como puede ser que uno no crea en Dios. Vivimos en una civilización que ha perdido no solo su magia, sino que también su inocencia. Nos dedicamos constantemente a pensar que la vida se trata obtener el mejor trabajo o la mejor oficina y nos olvidamos que a veces solo se trata de vivir.
Pero para serles honesto me importa un culo el párrafo anterior. No me interesa para nada como vive la gente o como se siente en relación a sus apegos materiales o espirituales. No me interesa si la gente trabaja para vivir o vive para trabajar. Y definitivamente no me podría importar menos se la gente se pasará la vida viviendo en las nubes, imaginando mundos maravillosos y locos.
Mi decisión de ser ateo vino de un pensamiento racional y meticuloso: "Quieren que piense en un ser que no se puede ver ni probar que existe para definir lo que está bien o mal. ¿Qué piensan qué soy estúpido?". Desde el día en que tomé la primera comunión y tuve un conocimiento más profundo sobre la religión a la que mi familia me había inscrito sabía perfectamente que hay que tener un nivel muy bajo de criterio sobre uno mismo y sobre la vida para creer que una especie de brujo ermitaño había sido el responsable de la creación de todo.
Pero para ser justo supongo que no puedo negar el bien que ha traído la religión. No puedo negar que la creencia en esta entidad ficticia ayuda a millones de personas en todo el mundo. Y tampoco puedo dejar por alto el hecho de que la vida puede traernos cosas que no nos dejan con otra opción más que arrodillarnos mirar al piso y hablar solos. Entiendo que es necesario a veces adorar a algo. Y creo que he resuelto mi problema. George Carlin digo en un espectáculo que el prefería adorar al sol y supongo que es una solución más coherente.
Piensen, por el sol tenemos luz, calor, comida, flores en el parque, reflejos en el lago y el ocasional cáncer de piel, pero por lo menos no hay crucifixiones y no tenemos un edificio especial al que vamos una vez a la semana a comparar ropa.

No hay comentarios: