16/7/08

Democracia

Primero que nada dejen me decir que no quisiera vivir en ningún otro sistema político. Tenemos nuestras fallas, pero por lo menos solo duran cuatro años. (Por candidato.)

Pero bueno, creo que a todos ya nos queda claro que las campañas presidenciales y la elección presidencial no son más que concursos de popularidad. Y dentro de este desquisiado mundo de tratos y favores nos encontramos con un muy estúpido juego político. Hablo nada más y nada menos que del "soy uno de ustedes". Muchas veces y por diferentes razones un candidato político enfatisará en cómo él es simplemente uno del pueblo. Que es como todos nosotros. Y disculpen si no les gusta, pero yo no quiero que mi gobernante sea uno del pueblo. No tengo el menor interés de que la persona encargada del país en el que vivo sea exactamente la misma huevada que me pillo todos los días en la calle.

No se ustedes pero yo no hallo nada malo en tener un presidente de la élite. Y si, lo sé, todo el mundo dirá, "no, si el tipo es de la élite se va a juntar con más gente de la élite y entonces se van a beneficiar entre ellos y a nosotros nos van a dejar tirados". Bueno, puede que sea cierto, pero no olviden que si elegimos a alguien de bajo nivel, digamos academico, o laboral, simplemente se juntará con otra gente del mismo tipo y generarán tratos que los beneficien a ellos y a nosotros a la lona. Y por supuesto, siempre habrá alguno de la élite metido por ahí.

Asi que si las cosas van a ser igual, yo quiero a alguien que por lo menos sea superior al común denominador. Yo quiero un presidente que hable 16 idiomas, duerma dos horas al día y lo haga en una cámara de presión que el mismo construyó y diseñó.

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